miércoles, 12 de diciembre de 2018

Mintiendo bajo la lluvia

El cocinero, aunque más parece el fraile
Esta vez no podrán achacarme haber caído en la precipitación. Hace ya diez días que se celebraron las elecciones andaluzas y todavía no había dicho esta boca es mía. Ni a favor de los partidos de la derecha vencedora ni en contra de los líderes del clientelismo, el amiguismo y la corrupción más grande que ha soportado ente autonómico alguno en los 40 años de democracia, esa izquierda disfrazada de cacique todopoderoso que ha repartido prebendas día tras día durante los últimos 36 años en aquella tierra sureña tan maltratada históricamente por sus nefastos dirigentes. Y, -esto último ya si roza lo milagroso-, por si lo anterior no tuviera mérito bastante, aún no había salido a despedazar al inefable Tezanos, aunque es lo que debería haber hecho desde el minuto 1 después de conocer los verdaderos resultados de los comicios. 

Lo que Tezanos deseaba...
Pero todo en esta vida tiene un límite, y el mío con este tipo ya ha llegado. Le he otorgado generosamente diez días para ver si tenía la honorabilidad de salir a disculparse, a pedir perdón a los españoles por habernos mentido como un bellaco con sus sondeos recocinados hasta la calcinación absoluta e, incluso, de dimitir. Qué va. No ha hecho ninguna de estas cosas, por supuesto. Ingenuo de mi, pensar que un elemento puesto ahí a dedo sin la menor cualificación, únicamente por su militancia política en el partido que sostiene a Snchz, iba a tener la hombría de renunciar tras el ridículo espantoso de sus predicciones torticeras, pues estaría bueno, si nadie dimite en esta jaula de grillos en que han convertido el país, ni una ministra de Justicia homófoba, ni un ministro de Ciencia que defrauda a Hacienda, ni tampoco un juez venido a ministro de Interior que justifica las algaradas de los mastuerzos de los CDR en Cataluña, qué coño voy a dimitir yo, se habrá dicho el interfecto. Y con toda la razón.

...y la dura e inexorable realidad
Supongo que sabrán que este tío, con todo el morro que se puede tener en esta vida, había "pronosticado" 47 diputados para el PSOE. Obtuvo 33. Y para VOX dejaba las migajas, 1 escaño y gracias. Al final, fueron 12. Entre las predicciones tipo bruja Lola de Tezanos y los comicios no crean que transcurrió una eternidad ni que sucedieron varios cataclismos mundiales mientras tanto. En cuestión de un par de semanas, la "opinión pública" dio un bandazo de no te menees y varió sus gustos de carne a pescado en un santiamén. Y lo peor no es que los errores de la "encuesta" sean de campeonato, lo peor es que tratan de justificarlos de cualquier manera tomando a los españoles por tontos del tó. Eso es con lo que no puedo. Vale que la cagues, ya sea por incompetente, por tonto, por tendencioso o por las tres cosas a la vez. Pero que me lo vendas como un "cambio de tendencias" o alguna jerga técnica similar, como si el público asistente fuera deficiente mental, lo llevo muy mal.

Tezanos. Qué pena cuando tu nombre lo compartes con un vulgar ratero
En fin, qué más se puede decir de un mendrugo como éste. Por ejemplo que Tezanos es un término indefinido, no significa nada, ni siquiera aparece en el diccionario, excepto que se trata de un encantador pueblecito cántabro perteneciente al municipio de Villacarriedo. Si se apellidara Tenazas imaginen los chascarrillos que podríamos disfrutar en estos tiempos de memes y de memos. Si fuera Tazones, además del plural de tazón, recipiente semiesférico y generalmente sin asa, nos recordaría al precioso pueblo asturiano donde desembarcó Carlos I -que no V- a principios del siglo XVI en su primera visita a España. Pero no, tiene que ser Tezanos, para desgracia de sus 396 habitantes, que están sufriendo todo tipo de burlas y befas como consecuencia de las disparatadas encuestas del homónimo.

Dixie defendiendo a Jinks...lo que hay que ver
Y a todo esto en el Senado, los grupos de la oposición han preguntado por el pollo éste, a ver si va a asumir algún tipo de responsabilidad. ¿Saben quién ha salido en su defensa? La de Dixie y Pixie, la insigne lingüista Carmen Calvo, a la sazón inaudita vicepresidenta del Gobierno. ¿Se ha disculpado? No, qué va, ha acusado a los que preguntaban de mil y una cosas, entre ellas seguro que de "fascistas", eso que no falte. Y ha mentido. Si Tezanos miente, no va a ser menos la ministra. Ha mentido tres veces, como Pedro -el santo, no su jefe, que éste le supera con creces-. Primero dijo que el PP nunca había ganado unas elecciones en Andalucía. Falso. En 2012 Javier Arenas lo hizo, aunque la alianza del PSOE con IU hizo que éstos formasen gobierno. Segundo, afirmó que los populares nunca habían pedido la comparecencia de Tezanos en la Cámara. Falso. Lo hicieron en agosto, cuando ya se empezaba a ver el percal del nuevo CIS. Y tercero, como sabía que lo de la militancia del tipo en el PSOE no tiene defensa, intentó enmierdar a Pilar del Castillo, que fue directora del organismo público entre 1996 y 2000, asegurando que ella militaba en el PP por aquel entonces. Falso. Se dio de alta en ese partido en 2002. Mintió -como siempre- la señora Calvo -o Calva- y no pasó nada. Así que Tezanos pensará, con mucho juicio, que si a una ministra del Gobierno nada le sucede por faltar reiteradamente a la verdad, qué le va a pasar a un simple correveydile que cumple órdenes como él. 

Y así pasa el otoño y pasará el invierno, lloverá mucho y nevará algo, caerán sobre nosotros borrascas y ventiscas, incluso alguna tempestad pero, abstraídos en nuestros pensamientos profundos y concentrados en pasar el rato lo mejor que se pueda, daremos rienda suelta a las pasiones más primitivas y comeremos, beberemos y danzaremos bajo las inclemencias sin otro paraguas que nuestras cabezas y sin otra protección, finita pero eficaz, que la mentira, el engaño, el retruécano y la hábil prestidigitación a ver si escampa y llega la primavera. Sobre todo para los irreductibles 396 de Tezanos. Que Dios los ampare, pobrecitos. Feliz Navidad a todos e infeliz solsticio de invierno a algunos, sobre todo a los mentirosos recalcitrantes. Que en 2019 nos veamos libres de ellos.
    
Navidad es Natividad, no un gordo barbudo vestido de rojo