domingo, 27 de diciembre de 2020

Disparates navideños

Llevamos unos días metidos en un sucedáneo de Navidad por obra y gracia de estos políticos nuestros, de estas mentes pensantes tan atinadas como el gran Illa, Illa, maravilla, este señor ministro responsable de gestionar y dar soluciones a la pandemia que nos asesina lentamente y que, en un alarde de sinceridad rayana en el patetismo, confiesa el pobre que "lo he hecho lo mejor que he podido". Claro, si esto fuera la final de florete del campeonato de Asturias, pues sonaría aceptable la disculpa, que es lo que este hombre ha emitido con la boca pequeña. Pero si de lo que hablamos es de la conducción de una crisis sanitaria sin precedentes que se ha llevado 50.000 vidas de españoles que no se iban a morir todavía, decir esto es un escándalo, directamente. A este nivel y con la que está cayendo, no sirve. Hace meses que debió haber renunciado si lo que nos iba a ofrecer es esta inacabable sucesión de bandazos sin ton ni son que ha parecido de todo menos una gestión capaz y organizada del desastre. Si esto es lo mejor que ha podido ofrecer, gracias, pero se podía haber quedado en su casa desde el principio, si esta gente supiera conjugar el verbo dimitir, claro, que va a ser que no.  

Pero este país nuestro, tan dado al jolgorio y a la pérdida de tiempo, inmerso en un drama de proporciones desconocidas que amenaza con cambiar nuestras costumbres para siempre, además de aguantar confesiones de inutilidad manifiesta como las de Illa, se desayuna cada día con una o varias chorradas descomunales provenientes de gente que, o no tiene vergüenza, o sencillamente son caraduras profesionales. Vamos a poner tres ejemplos palmarios, verán qué risa.

Una feminista extrema militanta de Unidas Podemas, concretamente la sinpar Jacinta Rebolledo, (no podemos confirmar si tan hilarante nombre es real o supuesto), de esas que llevan a gala no ducharse ni depilarse las axilas, ha pedido en serio, por escrito y ante periodistas y periodistos, que el Gordo de Navidad deje de llamarse así por "sexista", "incitar al odio", así, sin respirar ni nada, oiga, y además por "favorecer subliminalmente el bullyng". Es decir, a ver si me aclaro, que cada vez que un ciudadano escuche que el Gordo ha estado muy repartido, que en principio parece una buena noticia, en realidad no, porque persona que escuche eso, persona que se pone de inmediato a insultar gravemente al vecino o incluso, llegado el caso, a apalearle los lomos sin descanso hasta dejarlo más suave que una alfombra persa. Y es sexista porque es masculino, o sea que debería, en todo caso, llamarse la Gorda, oiga, ha salido la Gorda, cuidado que no le pise que le avía...Esta tipa, fea como el demonio, por cierto, a día de hoy no ha rectificado. Por ello, deduzco que esta colección de dislates no es fruto del consumo desorbitado de estupefacientes ni de una noche de alcohol y desenfreno, no, simplemente es que Rebolledo tiene el cerebro abollado. No encuentro otra explicación. 

Pero el cupo de gilipollas en España es enorme, por eso a los pocos días podía leer en la prensa que un colectivo de mujeres de Sevilla sin especificar -imaginen el tamaño de la parida que ni se identifican ya- le han propuesto al director de TVE la retirada de las series Bob Esponja y La Patrulla Canina porque, atención, "vulneran la dignidad de las niñas y normalizan la discriminación por razón de género". ¿Perdonen? ¿Bob Esponja? Pero si los dos personajes masculinos son los mayores botarates de la historia de la televisión desde Torrebruno, si ni siquiera disponen de cerebro, si la lista de la serie es la única que es personaje femenino, una tal Arenita, ¿pero qué quieren, descojonarse de nosotros o quedar como Patricio? ¿Y la inocentona y encantadora Patrulla Canina? ¿Sexista? Definitivamente, están enfermos. Si seguimos así, entonces todos los clásicos infantiles no sólo de los Hermanos Grimm o de Andersen, sino incluso los cómics más populares tipo Superman o Spiderman, o Batman, qué hacemos, ¿los quemamos en la hoguera a lo Gestapo? Y personajes como Holmes y Watson, James Bond o Aureliano Buendía, por citar cuatro, ¿los borramos de la historia y los convertimos en machistas impenitentes por el hecho de ser protagonistas masculinos de relatos maravillosos que esta chusma jamás soñó entender?

En fin, cuando uno ya creía que el tarro de la estupidez estaba lleno hasta los bordes, hoy, un buen amigo al que le encanta cabrearme, me manda un enlace de una noticia que nos comunica que las juventudes socialistas de Madrid, parece que hasta las cejas de barbitúricos, han promocionado unos dibujos pintados con sangre procedente de la menstruación de unas señoras. La cosa no sería para tanto si no fuera por las declaraciones adyacentes, del tipo "la menstruación es política", "es una manera de normalizar estos líquidos femeninos" (sic) o "menstruar dignamente no está al alcance de todas las mujeres y así se vulneran nuestros derechos"???? No me jodas, hablando eufemísticamente. Es decir, que ¿cuando mi mujer tiene la regla, está dando un mitin? ¿Líquidos femeninos? ¿El hombre no sangra? ¿Cómo es una menstruación digna?  ¿E indigna? Luego dicen que una regla dolorosa es un "mito" ¿Les presento a varias mujeres que les van a poner la cara del revés como les digan semejante disparate? Por cierto, ustedes que gobiernan, feminoides empedernidas, ¿para cuándo el IVA reducido en compresas y tampones? ¿Se les ha olvidado ya su famoso "impuesto rosa"? Ay, qué poquitas nueces tomamos.

Mañana es 28 de diciembre, día de los Inocentes. No se equivoquen. Hoy es 27 y aquí se ofrece una muestra de que en España lo que sobra es tiempo para perderlo, sobre todo en las filas de estos progres acomplejados que no son más ridículos porque, sencillamente, su cabeza no da para más. Incluso en una época terrible, que será recordada en los libros del futuro por su crudeza y dolor, aparecen memos incurables, lerdos profesionales y simples tontos de los cojones para darle trabajo a gente que como yo suele ocuparse de estas cosas sin importancia para, mientras nos dejen, seguir riéndose de esta piara de fatuos ridículos y sus excrecencias mentales. Felices fiestas e intenten disfrutar de 2021, al menos de todo lo que esta panda no pueda pervertir. Y si me lo permiten, no se relajen porque nunca se sabe, miren si no lo que han hecho con Venezuela.