viernes, 27 de octubre de 2017

El despertar de la conciencia

Existe una teoría según la cual los seres humanos sólo experimentamos el mundo de los sueños porque, en realidad, lo que creemos que es estar despiertos en verdad no lo es. Vivimos estados de sueño y vigilia, pero lo cierto es que existen dos niveles superiores de conciencia, que son la autoconciencia y la propia conciencia que no llegamos a conocer. Si llegásemos, adquiriríamos presencia en otras dimensiones, como por ejemplo en el mundo astral. Toda esta creencia está, lógicamente, muy ligada al mundo del esoterismo y del misterio de la mente humana, pero visto lo visto estos últimos días en nuestro país y después de intentar comprender lo sucedido, no le encuentro otra explicación que una digna del programa de Iker Jiménez. Esto tiene que ser producto de un sueño, hay otra dimensión donde las cosas siguen siendo normales y la realidad paralela que estamos viviendo se desvanecerá en cuanto tomemos conciencia de que lo cierto es que no existe.

Puigdemont guía a su rebaño
Parece de locos, lo sé. Pero atontado por la conmoción y el estupor, abotargado por tanta mentira y tantos cuentos chinos, alelado ante el caminar de un numeroso grupo de congéneres hacia el abismo de manera voluntaria, no hago más que buscar explicaciones, trato de encontrar las causas de este dislate, procuro descubrir al tenebroso flautista de Hamelin que ha seducido con su música a millares de personas, -algunas supuestamente inteligentes incluso- y las ha despeñado por un profundo precipicio del que ya no regresarán. Por eso no sé si son ellos los que viven un sueño o soy yo quien sufro una violenta pesadilla, pero lo que sí sé es que aquí alguien viaja dormido en el medio de transporte equivocado hacia una meta imposible y directo hacia un despertar terrible y, si mi conciencia sigue ahí, creo que no soy yo.

Bellas garantes de la libertad (de no lavarse)
Hoy se ha culminado un periplo anunciado por orates hace varios años. Muchos se reían. Algunos se hacían cruces. Otros temblaban ante las consecuencias. Los menos lo creyeron. Paso a paso, desde los delirios primeros de Artur Mas hasta deshacer Convergencia y Unió, pasando por dos intentos de poner urnas ilegales en el escenario y culminando con una declaración de independencia que sólo estaba en el ideario y en el programa político de los anarquistas de la CUP, el sueño o la pesadilla anunciados por los que creen que Cataluña es suya, se han ido cumpliendo. Uno a uno, todos los puntos de la famosa hoja de ruta han ido llevándose a cabo hasta culminar en el bochorno, uno más, sufrido hoy en España por todos los que nos consideramos personas de bien, respetuosas con la ley y escrupulosas con su cumplimiento.     

Aplaudiendo su suicidio. Lo nunca visto
Lo increíble, lo inaudito es que, nada más conocer el resultado del vodevil montado en lo que antes fue conocido como Parlament, convertido hoy en un prostíbulo romano con la democracia pasando de mano en mano, o de miembro en miembro, violada, pisoteada y mancillada, después de asistir a las ignominias políticas más execrables que se han visto en nuestro país desde el franquismo, la gente que aguardaba en la calle se ha puesto a saltar de alegría, a vitorear e incluso a llorar como si realmente hubiesen alcanzado algo, como si la realidad de hoy fuera diferente a la de ayer, como si Cataluña fuera ya una república independiente. Pero aún más sorprendente es que esos mismos sentimientos de emoción, creyéndose los padres fundadores de algo, los mostraban sin sonrojo toda esta vergonzante caterva de políticos delincuentes que, si existe la Justicia en nuestro país, en breve pasarán a hacerles compañía a los dos famosos presos de Soto del Real.

Llorando de alegría. Mañana será de rabia

Acogedora suite reservada para golpistas
Tras contemplar los alaridos de satisfacción, los bailes, los cánticos regionales, las banderas de la ONU?????, las lágrimas, los abrazos y los pucheros, es cuando he llegado a la conclusión de que esto no puede estar pasando en realidad. No en mi realidad. No en un mundo consciente. Todo esto tiene que estar siendo un sueño del que algunos estamos tomando conciencia. El problema lo van a tener los que van con el reloj -o el cerebro- retrasado y todavía siguen en esa realidad virtual que han montado. Pasadlo bien esta noche, bebed a troche y moche, desfasad a tope. Porque el despertar va a ser duro, muy duro. Tanto como, probablemente, lo es un jergón de una de esas celdas que serán ocupadas durante muchos años por los cabecillas de este juego. Cuando lo prueben, veremos de qué color se vuelven sus sueños.    

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