martes, 13 de junio de 2017

Los once de Guardiola

Guardiola vomitando, y no precisamente colonia
Quizás él no lo sabe, es posible que se haya dejado utilizar por los cerebros pensantes del separatismo catalán rampante, por la caterva de sediciosos dominante en la actualidad en esa región. No le tengo por un idiota redomado, pero es factible que, llevado por una juvenil ilusión revolucionaria, haya aceptado pronunciar un discurso manipulado, inflamado y perfectamente construido alrededor de once principios muy populares en el mundo de la propaganda. Pep Guardiola, otrora exitoso entrenador, hoy ridículo orador, ha entrado por la puerta principal en el palacio de la Propaganda, con mayúscula, en el templo de la mentira, de la manipulación y de la eliminación del libre pensamiento, a través de un incendiario discurso, remedo perfecto de las peroratas de los más sanguinarios dictadores que en la historia han sido. En él, incorporó en su alineación titular esos once principios considerados esenciales para tener a sus pies a las masas. Comprobémoslo.
   
1-Principio de simplificación y del enemigo único. Aquí entra en escena el conocido "España nos roba". El Estado español nos corta las alas, no nos da el dinero que nos corresponde y no deja que alcancemos nuestra identidad como país, paralizando nuestro desarrollo. "Somos víctimas de un Estado que ha puesto en marcha una persecución...".
 
España es el enemigo

2-Principio del método de contagio. Culpar de todo lo que sucede al enemigo único. España amenaza la pureza de la raza catalana, su cultura, sus costumbres. "Conspiran para destruir la Sanidad...". "Han intentado acabar con el modelo de escuela catalana..." (válgame el Señor, lo que hay que oír).
 
3-Principio de la transposición. Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras achacables al enemigo  que las tapen. Responder al ataque con el ataque, distraer la atención. España es un "Estado autoritario" que impide la democracia, no nos deja votar libremente. No les apoya nadie en Europa, así que se muestra a España como el "opresor".

4-Principio de la exageración y de la desfiguración. Se trata de convertir cualquier pequeña anécdota en amenaza grave. Asustar al personal con aquello de "que viene el lobo". Por ejemplo, la anécdota achacada al antiguo ministro de Asuntos Exteriores se utiliza como señal de "conspiración contra Cataluña". Habla de una "policía política" que "elabora pruebas falsas contra nuestros dirigentes...". (¿Se referirá a los Pujol?).

Deben ser españoles. Como roban...

5-Principio de la vulgarización o popularización. Consiste en adaptar la propaganda al nivel de los menos inteligentes. La gente no tiene que pensar ni esforzarse. Todo tiene que ser sencillo. Es más fácil de manejar a un pueblo idiota que a uno acostumbrado a pensar. "España ens roba" y se acabó. "El Estado bloquea las inversiones en nuestras infraestructuras...". Por supuesto, del desorbitado gasto para los Juegos de 1992, ni media palabra.


6-Principio de orquestación. La propaganda está formada por un número pequeño de ideas y es necesario repetirlas incansablemente. En este campo, la máxima más famosa es aquello de que si una mentira se repite suficiente número de veces, acaba por ser tenida por una verdad por las masas. De nuevo aparece el "España nos roba", el Estado no nos deja votar, el referéndum es sinónimo de democracia aunque sea ilegal y queramos saltarnos las leyes...

7- Principio de renovación. Hay que lanzar mensajes nuevos contra el adversario constantemente, sin que le dé tiempo a contestar al anterior. Impedimos que la sociedad razone, las noticias pasan muy rápido y no podemos detenernos a analizarlas. No profundizar en nada porque nada es lo suficientemente importante excepto el objetivo. Hemos de ahogar, de abrumar con noticias constantemente al pueblo porque, fíjense, al final, muchas noticias terminan por ser ninguna. En el resto de España hemos escuchado muchas veces eso de "ya cansa lo de la independencia de Cataluña", o "si se quieren ir que se vayan". Desgraciadamente, son indicadores de que están ganando. 

8-Principio de verosimilitud. Hacer que parezcan verdad informaciones parciales, globos sonda o medias verdades. No hay hechos, hay interpretaciones. Cogemos a gente conocida como el pobre Guardiola y los ponemos a decir cosas que damos por ciertas. No se analiza el mensaje, se da por bueno por el mero hecho de ser emitido ante un micrófono.

9-Principio de la silenciación. Acallar informaciones que favorecen al adversario y todas las que no se pueden rebatir con argumentos, con la colaboración de medios de comunicación afines. Basta darse una vuelta por allá y leer La Vanguardia o El Periódico. No les digo nada si entienden el idioma y escuchan la radio o la televisión catalanas. Creo que es espectacular.

10-Principio de la transfusión. La propaganda opera siempre a partir de una mitología preexistente, o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. España, desde hace siglos, impide que seamos un país, está empeñada en que sólo seamos una región cuando éramos un Reino, o un Principado, o lo que convenga. Creamos un mito y lo alimentamos a base de inventar la Historia o, al menos, adaptarla a nuestra conveniencia. 

España, siglo XV. ¿Y Catalonia?

11-Principio de la unanimidad. Convencer a mucha gente de que piensa "como todo el mundo" (la gente dice, la gente piensa..., esto lo hace muy bien Iglesias en otro ámbito), creando una falsa impresión de unanimidad. Empezando por la escuela, impulsar un pensamiento único. Es importante que quien recibe el mensaje se crea miembro de una masa, de una colectividad que va en la misma dirección, aunque sea hacia el precipicio. 

Todo un ídolo para algunos
Bien, esto es lo que está sucediendo cada día, también el pasado domingo. Y ahora viene lo bueno. ¿Saben quién enunció los 11 principios a los que tan bien se ciñó el 47 veces internacional por España? Pues nada menos que el mayor genio de la historia en el arte de la propaganda: Joseph Goebbels, ministro del ramo en la Alemania nazi. Sí, ese, el asesino de judíos en masa, el que creó las condiciones necesarias para la liquidación de seis millones de personas ante la mirada pasiva de sus compatriotas. Desde la irrupción de la figura enferma y monstruosa de Goebbels, arquitecto auténtico en el arte de convencer al otro abrumándolo con una catarata de razones y motivos disparatados con el único objetivo de que piense como quienes dirigen el Estado, nada ha sido igual en el mundillo de los "mensajes" y los "consejos" al ciudadano. Ni las redes sociales lo han superado.

Podría ser el comercio de un español
Por eso, todos aquellos que desean la manipulación de todo un pueblo a base de demonizar a un adversario común inventado, se inspiran en las tácticas de tan siniestro personaje. Si leen el discurso de Guardiola y observan con detenimiento lo que se está organizando en Cataluña, comprobarán que se está cumpliendo, punto por punto, con los once principios de la filosofía propagandística nazi, con el adoctrinamiento en masa de unos ciudadanos bastante cortitos de formación y creando un caldo de cultivo que justifique, en último caso y puesto que el enemigo nos oprime y  nos impide desarrollarnos como Nación, la legalidad del exterminio incluso físico de los que no comparten nuestras ideas. Sé que, leido así, de sopetón y sin haberse preparado, da miedo. Pero es lo que, a día de hoy, existe en una parte de España. Guste o no guste.    

No hay comentarios:

Publicar un comentario