miércoles, 29 de junio de 2016

Ni acato, ni respeto, ni comparto

La moda de lo políticamente correcto impone que, por más disparatada que pueda ser una sentencia judicial o incomprensible la actuación de un fiscal, el político de turno tiene que salir diciendo que, aunque no comparte el fallo -nunca mejor dicho- "acata y respeta la decisión". Como yo no soy político y mucho menos correcto, expreso aquí, en este modesto y minúsculo foro en el que al menos disfruto de mi derecho al pataleo, que no comparto la decisión del Fiscal de recomendar no imputar a la anterior alcaldesa de Llanes por el asunto Kaype, eso desde luego, pero tampoco la acato ni la respeto. Pues faltaría más.  


Alguien dijo que el respeto se inspira, no se impone. Porque uno haya aprobado las oposiciones a juez o fiscal -a saber de qué manera o con qué conocimientos- no adquiere el don de la infalibilidad. El hecho de que un ser humano se dedique a impartir justicia -no siempre- no implica que no pueda equivocarse. Por tanto, no tengo porqué respetar una recomendación como ésta del mismo fiscal que en su día sí observó indicios de delito en la actuación de la diputada regional en el caso Kaype. Antes sí, ahora no. Será el viento, que ha cambiado de dirección. O no, porque el propio fiscal, en su exposición de motivos para liberar de responsabilidad a esta señora, admite que es muy posible que mintiera en su declaración, que existía una especie de conocimiento entre el personal del Ayuntamiento de la necesidad de conceder la famosa licencia como fuese, e incluso habla de lo inapropiado que resulta en todo este embrollo que la familia de la exalcaldesa tenga negocios comunes con alguno de los promotores de la obra. Es decir que, como mínimo y siendo generoso, es incongruente. Y eso no me inspira ningún respeto.


Por último y dada mi ínfima condición de españolito de a pie sin la menor relevancia a la hora de la toma de decisiones, no puedo hacer nada de lo que me apetecería hacer después de leer lo que este fiscal dice en su informe. Pero acatarlo en el sentido literal de la palabra, que es aceptar la decisión con sumisión, de eso nada. No debo, nadie en Llanes debería callarse ante un atropello de este calibre. Todo el mundo conoce el talante de esta señora, cómo funcionaba el Ayuntamiento no durante su mandato, sino desde que el socialismo se introdujo hasta sus tuétanos, el miedo, la sumisión absoluta, las preferencias, las diferencias de trato. No voy a descubrir ahora los métodos, las maneras, la altanería y la prepotencia exhibidos. No hay un alma en Llanes que no sepa lo que allí ocurría, lo que era posible y lo que no. Ya, ya sé que un fiscal no juzga posibilidades sino hechos, pero el hecho es que hay no una, sino dos licencias otorgadas de manera, como mínimo, irregular. Y que al pie de los documentos figura la firma de un concejal experto en urbanismo. Y que ese concejal dependía de su jefa, una jefa que los tenía bien puestos si tenía que decir que no. Y no lo dijo. Y que esas autorizaciones equivocadas le pueden costar a Llanes y a los llaniscos más de 15 millones de euros. Y eso es muy grave, gravísimo.


Si un responsable de área, pongamos un director financiero, firma un préstamo en unas condiciones draconianas en la empresa privada, llega el jefe y le exige eso, responsabilidades. Y si el jefe no hace nada, habrá un presidente, un Consejo de Administración o una autoridad competente que les ponga a los dos en la calle y les lleve a los tribunales si se observa delito. Aquí hay una propuesta del fiscal para que se vayan de rositas los que puede que hayan hundido las finanzas municipales para décadas. Es como para creer en la justicia. Y esto no parará hasta que los políticos estén obligados por la ley a asumir responsabilidades patrimoniales en casos como éste. Luego nos extrañamos de que exista tanta gente animando a desobedecer, a saltarse las normas. Con fiscales como éste, dan ganas, desde luego. Esperemos a ver cómo se comporta el señor juez, que con la moda que ha adoptado la individua de pasear su palmito por el Sablón, corremos un grave riesgo para nuestra salud si tenemos encima que verla pavoneándose en vivo y en directo. En cualquier caso y si ello es posible, feliz verano.   
       

lunes, 27 de junio de 2016

No se atreverán

Después del apocalipsis que predecían las desdichadas encuestas, esto parece calma chicha. Hay que ver cómo son las cosas, que se pueden dar la vuelta en menos que canta un gallo y el que se veía salvador de los que él denomina "la gente" abandona la escena con el rabo entre las piernas y por una puerta lateral. Afortunadamente, en esta vida existe la relatividad, una evidencia que deja en mal lugar al santón, al soberbio, al acostumbrado a ir de perdonavidas con media sonrisa en la cara y el puñal escondido tras la curvada espalda. Supongo que la poca experiencia en política puede disculpar unas cuantas sentencias emitidas desde el convencimiento de una superioridad que la realidad se ha encargado de dejar por los suelos.

Y ya que hablamos de encuestas, riámonos un poco de los que las hacen, las manejan, las interpretan, las cocinan y finalmente nos las sirven frías y desacertadas, muy desacertadas. Pobres gentes, qué trabajo más ingrato para el que lo realiza. Sobre todo para los que elaboran las que se ha dado en llamar "a pie de urna". Las personas preguntadas se divierten con ellos como si fueran juguetes, les mienten a conciencia y les hacen quedar como estúpidos una y otra vez. No dan ni una. En estas elecciones se hicieron dos encuestas, que yo sepa. Con leves diferencias entre ellas, coincidían en otorgar al PP sobre 120 diputados, pronosticaban una paliza tremenda de Podemos al PSOE, del orden de 90 a 80 escaños a favor de los morados y apuntaban a un hundimiento de Ciudadanos mucho mayor. Ambas predecían una "amplia mayoría" de la izquierda. Y lo grave no es que no dieran ni una, sino que hace seis meses pasó lo mismo. Ante semejante fracaso y en lugar de largarse urgentemente a Vanuatu, el presidente de una de esas empresas dice que "hay que investigar en qué nos equivocamos". Así, sin bicarbonato ni nada. O sea, que no tienen ni puta idea de si el método utilizado funciona, si no lo hace en qué falló, y ahora pretenden "investigar" las investigaciones y sacar conclusiones de ello. Suerte, amigos. La van a necesitar. Y muchas gracias por hacer que el personal, en estos tiempos difíciles, tenga con qué partirse la caja un rato. Son ustedes de traca.

En cuanto al resultado verdadero, el acaecido en realidad y no el deseado por alguna de estas compañías encuestadoras y por más de una cadena de televisión, deja a Rajoy en una
posición mucho mejor que la de hace seis meses. De hecho creo que va a gobernar y pronto, porque me da que esta vez el infausto Snchz no se atreverá a autoproclamarse candidato, ni líder de la izquierda ni siquiera a postularse para presidente de su comunidad de vecinos. Con 52 diputados menos que el ganador, cinco menos que en diciembre y perforando una vez más el suelo del PSOE, me parece que ni su osadía proverbial ni su altanería incontenible le empujarán esta vez a intentar impedir un Gobierno estable para nuestro país. No sé si Rivera se sumará al PP o seguirá con sus juegos florales que le hacen perder votos a chorros en cada convocatoria electoral, a lo mejor con una abstención de todos los mencionados es suficiente. Aunque si en realidad tuvieran altura de miras y les importase algo el país, se sumarían a un acuerdo de Gobierno a la voz de ya y se pondrían a trabajar en lugar de seguir perdiendo el tiempo. No confío en ello, pero tampoco creo que se atrevan a poner palos en las ruedas.


Y del populismo, qué les voy a decir, pues que me alegro por ellos. Tanta sonrisilla de superioridad, tanto mensaje turbio, ahora soy moderado, ahora comunista, ahora soy chavista, ahora me lo callo, tanto juego con las encuestas, con las redes sociales, con lo que la "gente" quiere oir, que si cara amable, que si todos enfadados...Hostia de campeonato. No se puede ser radical y socialdemócrata al tiempo y la "gente" lo sabe y no traga. Como dijo Lincoln, "puedes engañar a todo el mundo un tiempo, puedes engañar a algunos todo el tiempo, pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo". La pólvora ya la descubrieron los chinos hace milenios. Aunque he de confesar que una de las cosas que más placer me ha producido últimamente es ver la carita de Iglesias en su comparecencia coral de ayer por la noche y escuchar el reconocimiento de su fracaso. Al menos es de agradecer que asuman los errores, algo que otros continúan sin hacer aunque obtengan resultados ridículos. Sólo un apunte; González, 1982, 202 diputados. Snchz, 2015, 90. 2016, 85. Sólo lo recuerdo, por si alguien lo ha olvidado. Ese alguien también debería echar la vista atrás, tirar de hemeroteca y observar que, en 2000, Almunia dimitió tras alcanzar sólo 125 diputados. Y que hace 5 años, Rubalcaba siguió idéntico camino tras llegar a los 110. Son datos, números, fríos guarismos que a unos no les dicen nada y a otros nos lo revelan todo. En fin, a todos estos, a los derrotistas que intentaron la regeneración del frentepopulismo en España, y ya que estamos con Lincoln, les recordaré una de sus máximas más célebres: "un pueblo que ignora su historia, está condenado a repetirla". En mi anterior artículo sobre el Brexit concluía esperando que alguien tomase nota de lo ocurrido allí. Afortunadamente, ha resultado que no somos un país de ignorantes. Qué alivio. 
     


viernes, 24 de junio de 2016

Reino Desunido

Primer punto para el populismo. Los británicos han votado marcharse de la Unión Europea por una razón, básicamente, de racismo, de xenofobia. Ellos hablan de independencia, pero todas las encuestas nos dicen que a la gente la han intoxicado como se intoxica a todo aquel que participa en una guerra interna entre compatriotas; tocando la fibra sensible del asunto de la nacionalidad, de la pertenencia a un país, del odio a lo dudoso, al de fuera, a la inmigración. Sí, no nos engañemos. Los principales agitadores favorables al Brexit esgrimieron como razón fundamental para pedir la salida de la UE la -a su juicio- excesiva cantidad de inmigrantes que viven ahora mismo en Gran Bretaña. No quieren más extranjeros, ni más refugiados. Quieren ser ellos los que decidan quién entra y quién no. El famoso derecho a decidir. Vamos, lo mismo que plantea Iglesias para Cataluña, País Vasco y Galicia. Pero no se debe perder de vista que puede salir cruz y entonces ¿qué? Que se lo digan a Cameron.


Es muy poco probable que haya existido un líder político más estúpido que David Cameron. Sin ninguna posibilidad de obtener de ello réditos políticos, este visionario se empeñó en ponerse a convocar votaciones rompedoras, cuyo efecto podía ser devastador. Se libró por los pelos con Escocia, pero el tío apostó doble o nada y decidió arriesgar el país entero y su estabilidad al plantear la salida del Reino Unido de la Unión. Ha salido cruz. Y este imbécil ha provocado, además de su suicidio político que es lo de menos, el hundimiento del sistema económico de su país y de parte de Europa, provocar una incertidumbre inédita desde la Segunda Guerra Mundial en todo el continente, y lo que es más grave para los británicos, el repunte de los nacionalismos exacerbados en su territorio. Sí porque justo Escocia e Irlanda del Norte eran los principales bastiones que defendían la continuidad en Europa, condición indispensable para seguir conformando la actual Gran Bretaña. Ahora, al estar fuera de la Unión, tanto los escoceses, que ya están exigiendo un segundo referéndum para abandonar el Reino como los irlandeses del Norte, que quieren unirse al resto de su isla que sí continúa en la UE, van a ocasionar tremendos dolores de cabeza al sucesor del infausto Cameron a partir de octubre.

Y no olvidemos que este insensato no ha provocado sólo un terremoto en el Reino Unido. El seísmo que ha ocurrido allí ya está trayendo un amenazador tsunami sobre la Europa continental. No han pasado ni tres horas desde que se conoció el resultado del referéndum y los extremistas de todo pelo que pululan por el resto de estados de la Unión ya están lanzando mensajes secesionistas y de salida de la UE. Le Pen en Francia está ya exigiendo también una votación y en Holanda se dice adiós a los inmigrantes en las redes sociales con frases auténticamente racistas. Aquí les recuerdo que Podemos propugna la salida del euro...   


Es muy fácil prometer cosas en política. Pero las elecciones, las votaciones, los referéndum los carga el diablo y si no se tiene todo controlado, pasan estas cosas. Que te sale el tiro por la culata y mandas a tu país a los infiernos. Exactamente lo que los populistas extremistas quieren para España. Derecho a decidir. Derecho a escindir. Derecho a separar. Derecho a partir. Y luego, cuando pase lo que no podía pasar, ¿qué? 

Porque al final todo esto es un teatro montado por los políticos. Cameron apoyaba quedarse en la Unión, pero su máximo rival dentro de su partido, el excéntrico Boris Johnson -¿le han visto la pinta?-, defendía justo lo contrario. Pero no por convicción, sino porque ahora va a descabalgar a su rival y, muy posiblemente, en otoño sea primer ministro. En España pasa lo mismo. Cuando los políticos empiezan a hablar de referéndum, de derecho a decidir o de secesión, las encuestas reflejan porcentajes de fractura total entre dos bandos casi idénticos en número de militantes y los separatistas aumentan hasta más o menos la mitad del censo. Cuando abandonan el asunto y los mensajes secesionistas dejan de aparecer en la prensa, como ha pasado en el País Vasco desde el fracaso de Ibarretxe, el porcentaje de los que se quieren marchar no llega ni al 20%, es decir, prácticamente se convierte en residual. ¿Dónde se suele votar a favor de salir, de la escisión, de la separación? En el medio rural. Tanto en Gran Bretaña como en Cataluña. La incultura, la falta de formación y el miedo a lo desconocido siempre ayuda decisivamente a este tipo de disyuntivas. Muchos lo sabemos. Parece que Cameron no. Heredó un Reino Unido. Deja un país partido en dos, o en tres, o en cuatro. Alguien debería tomar nota. Sobre todo de cara al domingo.   

martes, 21 de junio de 2016

Desperdicios

Vengo escribiendo para hastío de todos los que me leen, incluido yo mismo, que España está deviniendo, poco a poco, en una especie de amalgama extraña de gentes sin preparación de ninguna clase que, contra todo pronóstico, no sólo se están haciendo con los mandos del cotarro sino que amenazan con echarnos a los demás a base de atropellos, injusticias o directamente a patadas, como unos cuantos desgraciados intentaron hacer con dos chicas que -fíjense el delito- informaban a los transeúntes de los lugares, escasos, donde se puede ver a la selección española por televisión en Barcelona, ciudad secuestrada y cercada por la chusma antisistema.

Hace unos días los Mozos de Escuadra sin Cartabón tuvieron a bien detener a un par de elementos participantes en la agresión porque, en la era de la tecnología, no hay hecho que no quede grabado o fotografiado por alguien y estos dos energúmenos salían de manera inapelable en las imágenes y quedaban retratados como violentos machistas, aunque nadie desde las filas progres ha destacado el hecho como condenable, qué cosa más rara. Los demás implicados, parece que otras tres acémilas, de momento se van librando, aunque nos dicen que el cerco se estrecha.

Pero lo más cojonudo del hecho es que se ha descubierto la pertenencia de los dos angelitos a un grupo ultra del San Andrés, club de fútbol de tercera división, denominado a sí mismo Desperdicis -los ultras, no el club-. Como lo leen. Estas bestias pardas se llaman desperdicios, despojos, residuos, lo peor de las cloacas, mierda pura, vamos. No lo digo yo, se lo llaman ellos mismos. O sea que, además de macarras y gamberros, son escoria, deshechos humanos, basura auténtica no reciclable. Y la cosa no acaba ahí, qué va. Resulta que en su ideario -en fin, si me permiten el eufemismo- figuran como gente antifascista, contrarios al racismo y a la xenofobia. No, no es un error. Los mismos que humillan y vejan a dos mujeres por el simple hecho de ser españolas -como ellos-, los que son capaces de agredir a chicas que reparten folletos de determinado signo por la calle ejerciendo su libertad, que en un acto de absoluto racismo y xenofobia osan pegar y arrastrar por los pelos a unas indefensas chavalas, esos mismos se dicen antifascistas, antiracistas etc. La esencia pura del racismo más hitleriano, el odio visceral al que consideran distinto e inferior, exhibido además sin ningún pudor delante de todos, y se dicen antixenófobos. Son las consecuencias de la inmersión lingüístico-cultural que sufren los jóvenes en Cataluña desde la irrupción del pujolismo, sin duda. No tiene otra explicación.


Bernat y Oriol, que así se llaman estos animales, ni se arrepienten ni consideran los hechos como una agresión. "Fue una gamberrada", afirman. Además, antes de cometerla "bebimos sangría". Yo creía que la sangría era una bebida española, muy del sur. Y que las gamberradas consistían en romper un cristal de un balonazo o pintarrajear una pared. También pensaba que jalar de los pelos a una señorita no sólo es una agresión sino también una cobardía. Pero estaba equivocado. Por supuesto el señor juez no les ha metido en la cárcel de inmediato, eso sería sin duda conculcar sus derechos e impedirles el ejercicio de su libertad de seguir atizando a todo aquel que se manifieste orgulloso de ser español. A mí me parece un delito probado y bastante importante, pues se les puede acusar de lesiones con el agravante de odio y discriminación, daños y robo con violencia e intimidación, pues encima los chorizos se llevaron objetos personales de las agredidas. Pero debo estar equivocado. El juez, que es un lince, les deja en libertad y les prohibe, en un ejercicio de obviedad sonrojante hasta para un magistrado, que se acerquen a las víctimas y a los tenderetes que informen sobre la selección española. Aunque visto el percal, lo extraño es que no les anime a seguir golpeando e insultando a todo aquel que se denomine español, que es lo que últimamente parece ser un delito por aquellas tierras. ¡Con lo que era Barcelona! Lo dicho, qué desperdicio.    
  

jueves, 16 de junio de 2016

Ciudadanos de dos categorías

Como cualquier persona que siga la actualidad política nacional y regional, estoy convencido de que, de gobernar en nuestro país la izquierda radical, las diferencias de trato dispensadas a los españoles en función de su nivel de renta, cultura y extracción social no sólo no disminuirían, sino que serían mucho más acusadas. Hartos estamos de escuchar cómo al delincuente, que es el que delinque, el que se salta la ley, el que no la cumple, le sale barato cada desmán que comete mientras que al ciudadano respetuoso con la legislación vigente se le trata como a un idiota y acaba pensando que le iría mucho mejor haciendo lo que le viniera en gana. Si esta sensación ya se tiene gobernando el país el PP, imaginen lo que pasaría si lo hicieran esas fuerzas políticas que se tiran a la piscina incitando incluso a la desobediencia civil según les gusten más o menos las normas de las que se trate.

No sé si saben que en Oviedo, a pesar de gobernar el PSOE en coalición con los antisistema, hay un concejal socialista que se encarga de la seguridad y que intenta hacerlo bien. Como lo leen. También entre los socialistas hay personas con sentido de la justicia y este edil, llamado Ricardo Fernández, ha optado por coger el toro del botellón por los cuernos y resolver, de una vez por todas y utilizando los recursos que le permite la Ordenanza de Convivencia Ciudadana, este tremendo problema que afecta a los vecinos de las zonas elegidas por los borrachos para alcoholizarse a base de bien. La cosa es sencilla: como ya se saben los lugares habituales de reunión, los días y las horas de máxima afluencia y los recursos policiales necesarios a emplear para sofocar los escándalos, lo que se ha hecho es PREVENIR los posibles desmanes desplazando patrullas de la Policía Local a los sitios conflictivos con la simple misión de impedir las reuniones ilegales. Si a pesar de ello los borrachuzos insisten en atizarse en público, entonces simplemente se les sanciona. Sencillo ¿verdad? Para alguien normal, sí. Para una concejala de IU apellidada Pontón, secundada por los de Somos (que es Podemos en ovetense), no. 

Dice esta tía, que tiene la edad habitual de los participantes en estos aquelarres, que la ordenanza tiene "aroma predemocrático" porque la hizo el PP y que los esfuerzos del concejal de Seguridad Ciudadana deberían centrarse en "una actuación de educación y prevención". Y se queda tan ancha. Tras comprobar que dentro de dos semanas hay elecciones y que es imprescindible para esta gente poner posturitas extraliberales para que sus votantes no les abandonen, y aún estando acostumbrado a la eterna letanía progre en la que sólo se defienden los derechos del que se dedica a joderle la vida a los demás, no tengo más remedio que tildar a esta señorita de demagoga, iletrada y tonta del bote. 

Demagogia barata para retrasados mentales es decir que hay que prevenir y al mismo tiempo denostar una actuacion claramente PREVENTIVA, coño, a ver si con las mayúsculas lo entendéis, como es destacar unidades policiales a los sitios de conflicto ANTES de que se produzca el mismo. Demagogia vomitiva es decir que una norma aprobada por una Corporación Democrática tiene "aroma predemocrático" porque se aprobó en tiempos del PP. Le recuerdo, jovencita, que es el PSOE quien la está aplicando y muy bien, por cierto. Es usted una iletrada, es decir, una burra, porque me da que no sabe el significado de la palabra PREVENIR y además dice que las sanciones son "restrictivas"????? ¿Puede decirme qué coño restringen? ¿No se referirá a las ganas de impedirles a los vecinos que concilien el sueño, no? ¿No se referirá a la manía de los beodos de destrozar propiedades públicas y privadas, no?  Claro que sí. Usted, taimada y zorrunamente, se refiere a las libertades de las bandadas de salvajes para hacer su santa voluntad. A usted las libertades y derechos del ciudadano normal se la refanfinfla. Lo mismo que a sus amigas las asaltantes de capillas. Aborto libre y educación laica, porque lo dicen ellas. Lo pintan en paredes sagradas mientras salen impunes, como la Maestre esa. Las libertades y derechos de los que usan ese templo, a tomar por culo. No valen nada. Dos categorías, dos varas de medir, dos clases de ciudadanos, dos especies distintas.

Y es usted, señorita Pontón, en definitiva, tonta del bote. Y lo es por la sencilla razón de que se cree muy liberal, muy progre y muy lista defendiendo el derecho de unos pocos a humillar a muchos otros, de unos animales que pierden el sentido y el control bebiendo como locos y se dedican a perjudicar a los que verdaderamente la sostienen a usted pagando numerosos impuestos y tasas municipales que, al menos, deberían garantizarles el derecho al descanso, a disfrutar de una noche apacible en su dormitorio, y no pasarse horas llamando a la policía, vigilando desde sus ventanas y enfrentándose con energúmenos. Usted defiende al fuerte frente al débil, al agresor frente al agredido, al que no respeta las libertades frente al ciudadano cumplidor. Y se llama usted comunista. No tiene usted ni puta idea, señorita. Lo dicho, tonta del bote. O como dice José Mota, tonta del tó. No sé si me entiende. Imagino que no.    


PD: Aplíquese lo opinado en cualquier lugar donde se consienta la práctica de tan abyecta costumbre, Llanes incluido. 

lunes, 13 de junio de 2016

Proyecto jungla

Estuve el recién terminado fin de semana en Llanes, después de un mes sin aparecer por allí, y quedé gratamente sorprendido por el que parece nuevo proyecto turístico ideado gracias a la inusual colaboración de las tres Administraciones y que, por lo visto, pretende acercar al turista las sensaciones que los visitantes de las selvas africanas y la jungla amazónica perciben en sus estancias en aquellos lejanos parajes. Ignoro su nombre; estoy seguro que, en caso de que aún gobernasen los socialistas, sería algo como "Ven a interactuar en la jungla" y ya habrían editado doscientos mil folletos y viajado tres concejales a la feria de Madrid a presentarlo, pero con los de ahora será algo menos pretencioso como " Proyecto jungla" o similar. 

Las emociones ya comienzan al desviarse por la salida hacia Llanes y observar las dos rotondas sobre la autovía, tupidas y frondosas como nunca antes y plenas de hierbas y arbustos creciendo en un llamativo descontrol. Pero lo fuerte empieza al tomar la carretera AS-263. En ella son visibles los grandes esfuerzos realizados por la Administración Regional en transmitir a los que arriban en coche lo que se siente al transitar por los polvorientos y sinuosos caminos de la jungla, llenos de maleza y plantas exóticas. La altura de la hierba de los lados de la calzada hace que ésta se venza hacia la vía e invada parte de los dos carriles, con lo que se consigue una temeraria tendencia de los vehículos a irse hacia el centro, convirtiendo el cruce de dos de ellos en una experiencia cercana al infarto de miocardio. El ocupante del coche además, completamente mimetizado con el medio que le rodea, se imagina a bordo de un recio Land Rover a la espera que de entre la maleza surja un león, quizás un rebaño de antílopes, a lo mejor una familia de elefantes a los que ceder graciosamente el paso mientras cruzan con parsimonia por delante de nuestro vehículo. 

Cuando uno llega a la rotonda de Partarríu y se encuentra allí medio emboscado a Garzón -el comunista, no el juez- siente lo mismo que si un jefe masai le observara entre los árboles y le entran ganas de salir pitando de allí, por aquello de evitar en lo posible acabar en la cazuela. Si decide tirar por la circunvalación, la cosa mejora. La Administración local, en plena competencia con las demás, ha apostado no sólo por dejar crecer aún más la vegetación, sino que en esta carretera encontramos incluso plantas criando en medio del asfalto. Aquí lo cierto es que el efecto que se consigue no es tan cercano al de la jungla, sino que uno más bien cree ser Will Smith en Soy Leyenda, vagando por la ciudad abandonada a la espera de que los mutantes salgan de paseo al tiempo que el sol se oculta. Pero a pesar de ello, el visitante no se aburre en absoluto pues la ambientación es perfecta, con el cercano palacio de los Altares quemado y abandonado, varios caballos y vacas solitarios paciendo en las fincas cercanas y ni un humano por los alrededores.

Para el que llega en autobús la cosa es aún mejor. El Ayuntamiento ha tirado la casa por la ventana y la ambientación de la estación es inmejorable. Se conocen ya casos de viajeros que descienden del autocar machete en ristre para abrirse paso entre la enmarañada maleza que encuentra en los espacios verdes y se baraja la posibilidad de repartir gratuitamente salacots y cantimploras los días soleados e incluso alquilar fusiles y escopetas para defenderse de la abundante fauna autóctona. Lo que les resultará imprescindible a los que opten por dar un paseo por la antiguamente agradable senda del río Carrocedo, hoy convertida en inexpugnable y peligrosa jungla amazónica, es aplicarse por todo el cuerpo una alta protección contra los insectos más agresivos del planeta que se encontrarán inevitablemente si deciden encaminar sus pasos hacia allí.   

Los que gusten de deambular o parar a tomar algo por las entrañas de la villa podrán apreciar, en vivo y en directo, los espectaculares ataques organizados y perfectamente planificados de ávidas bandadas de gaviotas quienes, en perfecta formación, caen con inusitada eficacia sobre los indefensos cubos de basura sin tapa ni nada que el actual Gobierno municipal insiste en mantener. Podrán observar las increíbles maniobras de los volátiles quienes, por parejas, van sacando las bolsas de los recipientes, las estampan convenientemente contra el suelo haciéndolas trizas y devoran lo mismo latas casi enteras de mejillones que los espaguetis que sobraron en alguna mesa, dando de cuando en cuando largos tragos de cerveza u otros jugosos líquidos que encuentren en su concienzuda búsqueda.

En el paseo de San Pedro se ha adoptado la misma táctica. Allí tampoco se usa la segadora, de manera que los viandantes y corredores han ido abriendo dos carrilillos, uno de ida y otro de vuelta, con el fin de salvar sus piernas de arañazos provocados por la altura de la hierba y de picaduras de los abundantes bichos que entre ella pululan. Si visitan el barrio de Las Malvinas, verán a los niños jugar y esconderse entre la frondosa vegetación, cazar arangüezos y perseguir roedores de buen tamaño y si como yo, se acercan hasta la playa de Poo, además de ir evitando las hierbas laterales de más de un metro de altura se encontrarán que en el arenal campan a sus anchas decenas de perros, a pesar de que la presencia de bañistas y niños es considerable. Sin pagar entrada podrán comprobar cómo los canes hacen sus necesidades en la misma arena que después tocarán sus hijos con total y absoluta libertad, como cualquier animal que habita bosques, junglas y selvas. En definitiva, el proyecto o la actuación o como diablos lo llamen es de lo más recomendable si el visitante es persona a la búsqueda de fuertes emociones. Y si no, pues que se vaya a otro sitio, que nadie le obliga a quedarse. ¿Verdad?            

lunes, 6 de junio de 2016

Hitler no queda tan lejos

Dentro de poco más de una década hará casi un siglo que reinó en Europa uno de los mayores asesinos en serie que el mundo ha conocido sin que no sólo nadie hiciera nada por impedirlo sino que, antes al contrario, se le ofreció alfombra roja desde todas partes para llevar a cabo su política salvaje de eliminación sistemática de todo aquel al que considerara inferior, adjetivo en el que cupieron judíos, gitanos, morenos o tullidos, en realidad todo aquel que se le pusiese entre ceja y ceja a Adolf Hitler o a cualquiera de sus dementes secuaces. 

Contra lo que pueda pensarse, todo aquello no comenzó tras ganar las elecciones en 1933. Mucho antes, al acabar la Primera Guerra Mundial, el futuro caudillo nazi ya empezó a dar señales públicas de sus creencias, incorporando la esvástica, proclamando su odio al judío y su no aceptación del tratado de Versalles y de las consecuencias económicas que para Alemania tuvo. Diez años antes de los comicios, ya hubo una especie de golpe de Estado fallido en el que participó el futuro partido nazi y por el que el líder pasó un año en prisión. Allí tuvo tiempo para plasmar sus delirios en "Mein Kampf", por lo que nadie en su país -ni allende sus fronteras- podía decir ya que le sorprendería lo que luego ocurrió. A lo largo de los años que quedan hasta 1933, Hitler va afianzando su poder y el del partido, creando las SS, armando jaleos constantes, lanzando campañas de propaganda brutales e incluso incendiando el Reichstag y culpando a los comunistas de ello, algo en lo que los nazis se erigieron como auténticos maestros.

Ya en el poder, pronto se crean la Gestapo y los tristemente célebres campos de internamiento, luego de exterminio, se organizan grandes quemas de libros "antigermánicos", se persigue a la gente por sus ideas y por su religión y se da rienda suelta a la violencia contra los judíos, algo que alcanza su momento álgido en la famosa "Noche de los cristales rotos", en 1938, cuando los nazis se quitan definitivamente la careta y consienten el asesinato indiscriminado de judíos, el expolio de sus pertenencias y la abolición de todos sus derechos por el único hecho de profesar una fe diferente y pertenecer a una raza distinta a la aria.   


Es decir que, mucho antes del inicio de la segunda gran guerra, todo el mundo sabía lo que iba a pasar. El racismo extremo ya se había desencadenado con fuerza y se había sembrado el odio y el rencor contra todo lo que se etiquetaba de antialemán por los poderes políticos. Nadie pudo pues decir luego que se sentía "sorprendido" por el nivel de horror alcanzado en Auschwitz y lugares similares, por la sencilla razón que todo eso ya existía antes de comenzar el conflicto bélico.

Pues bien. Hace un par de días, dos chicas que anunciaban por la calle en Barcelona dónde se va a poder seguir a la selección española de fútbol por televisión ante el apagón político que los separatistas están propiciando en aquella región, fueron arrastradas de los pelos, golpeadas y vejadas por cinco tipos en pantalón corto y con pinta de guarros, es decir, de estética claramente conocida y clasificable y, lo que es peor, todo ocurrió ante la atenta mirada de decenas de personas impasibles, que consintieron la agresión sin mover ni un dedo ni osar defender a las dos mujeres que únicamente intentaban informar de unos derechos actualmente coartados en Cataluña por unas hordas que emplean exactamente los mismos métodos enumerados en los párrafos anteriores. Causa pavor escucharlo, pero esa es la realidad de ese lugar de España y de algún otro. Persecución de ideas, difusión de mentiras -España ens roba- lavado de cerebro intensivo en las escuelas, prohibiciones como la de usar el castellano, quema de banderas, insultos al Jefe del Estado y, finalmente, agresiones consentidas a quienes defienden la integridad del territorio español y osan hacerlo público. 

Por supuesto, no ha sido el único caso pero sí el que más impacto mediático ha tenido. Hoy en día, el español en Cataluña está perseguido, arrinconado, mal visto. De seguir así, en poco tiempo será deportado, desterrado, agredido, internado o, incluso, asesinado. Llámenme exagerado. Me parece muy bien. Pero el día que lean en la prensa o escuchen en la televisión que alguien murió en Cataluña por defender España, no se den golpes de pecho ni se hagan los sorprendidos. No hace tanto eso pasaba a diario en el País Vasco. ¿O es que lo hemos olvidado? Ni Hitler ni sus métodos quedan tan lejos. Es más, los tenemos aquí mismo. Entre nosotros. Aprovechándose del silencio de los cobardes crecen y crecen. A toro pasado, todos acabarán diciendo que alguien tenía que haber parado al monstruo pero, ¿habrá algún valiente?