miércoles, 24 de febrero de 2016

Perdiendo el norte

Definitivamente en España hemos perdido el norte, el oremus y el sentido común. Todos de golpe y bien envueltos se los está llevando esta nueva horda de pseudopolíticos modernos que, mientras presumen de honradez, vomitan enormes cantidades de bilis y odio al tiempo que se disponen a acabar con la templanza y el orden en la toma de decisiones por parte de las Administraciones Públicas.

Asistía hoy a la emisión en televisión de la noticia referente a la declaración de Mariano Rajoy como "persona non grata" en Pontevedra y lo hacía entre patidifuso, anonadado, taciturno, meditabundo y, a la postre, perplejo. Sencillamente, pensaba que había escuchado mal. No podía creer que en el país donde se ha nombrado hijo predilecto a más de un asesino etarra, unos descerebrados marginales y populistas acompañados por el actual PSOE, habían declarado al todavía presidente del Gobierno como algo de la peor especie, de la más baja ralea, de la más peligrosa calaña. Algo que no habían merecido antes genocidas como Stalin o Hitler, asesinos en serie, violadores ni criminal alguno de medio pelo, ni siquiera el nefasto y muy perjudicial para aquellas tierras gallegas ZP, que quizás como peor presidente de la historia de España lo hubiera merecido mucho más.


A un hombre que lo único que se le puede achacar es haber hecho mal su trabajo, a un tipo sereno que no levanta la voz ni cuando le asestan un bofetón de no te menees, a un señor mayor cuyo peor bagaje es no saber tomar decisiones traumáticas cuando proceden, a un tipo que no se le conoce delito alguno y que, como mucho, parece algo despistado y desubicado, a ese es a quien los chicos de la izquierda radical se les ha ocurrido vejar y humillar con esta sinrazón.  

Y, una vez más, el PSOE de Snchz en el ojo del huracán. ¿Creen ustedes que si al alcalde de León se le ocurre la feliz idea de declarar a Zapatero "persona non grata" en su ciudad, Rajoy no iba a tener nada que decir ante el dislate? ¿Piensan que se iba a consentir semejante disparate? Pues el títere actual sí. Ese que puede acabar en la Moncloa mandando sobre todo el país al son que le toquen los chavistas, ha permitido que esto sea posible en Pontevedra. No ha dicho esta boca es mía. Es tal el odio que atesora contra el PP y su maldad intrínseca está tan adherida a sus entrañas que ha sido incapaz de encontrar un momento para siquiera solidarizarse con su compañero de armas, que eso es lo que es el agredido, un político casi tan malo como él. Ni más ni menos.

Como digo, en España se han perdido el juicio, las formas y la capacidad de pensar por uno mismo. Esto se asemeja cada vez más a un ejército de borregos que, guiados por un demente, se dirigen al despeñadero silbando alegremente las melodías del flautista de Hamelin. Hay qué ver qué bien se lo pasan haciendo el gilipollas mientras pierden lastimosamente el tiempo. Allí, en Pontevedra, los propios trabajadores de Ence, a los que quieren condenar al paro, se lo han hecho saber. Porque, según parece, la empresa papelera tan criticada por contaminante y a la que el Gobierno de Rajoy le ha prolongado la concesión, resulta que depende de una depuradora qué ¡oh, milagro! es de titularidad municipal. Así que, de nuevo, la excusa que se han buscado para atizar a Rajoy es falsa. 

En fin, muchas cosas se están perdiendo en nuestro país. El norte, el oremus, el juicio, la capacidad de raciocinio del personal, el tiempo, las formas, la educación, la decencia. Pero lo peor, está por llegar. Porque mientras esta gente siga mirándose el ombligo y practicando sectarismo a granel, lo que España va a perder es el tren de Europa, el tren del futuro, el tren de la modernidad. Y a saber cuándo volverá a pasar otro.  

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