viernes, 29 de enero de 2016

A buenas horas...

Leo con asombro en la prensa regional de hoy que, de momento, las pretensiones de construir en la finca de Partarríu no se van a ver satisfechas, no sólo porque lo desaconseja el redivivo abogado consistorial, sino porque el Consejo de Patrimonio recuerda que tanto el palacete como toda su parcela están incluidos en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias y, por tanto, están protegidos. Y, sin salir de mi monumental asombro, exclamo ¡coño! y, a continuación, maliciosamente, me pregunto: Así que la finca está protegida ¿eh? Ya, claro. ¿Y cuando hace unos años un conocido constructor autóctono se cepilló decenas de árboles majestuosos sin permiso ni nada?  ¿Entonces no lo estaba?

Porque resulta que, para más inri, los próceres del Gobierno asturiano, estas lumbreras que a todos nos guían hasta un profundo precipicio, dicen que los proyectos actuales suponen "una rotura del entorno y una ruptura de la autenticidad histórica de la finca". ¡Toma ya! ¿Y cómo estaba la finca antes de la vergonzosa intervención de la motosierra? ¿Cómo era el entorno cuando, por ejemplo, allí se rodó la película "El orfanato"? Era un auténtico bosque, un maravilloso vergel que llamaba la atención por el porte de sus árboles y cómo estos arropaban el edificio que, supongo, fue proyectado en su día por el arquitecto teniendo en cuenta las dimensiones de la finca y del jardín que envolvería la construcción. Pero claro, a pesar de estar denunciado, el responsable se fue con una ridícula multa a casa y ahora sólo hay que ver lo que queda en la finca: prácticamente nada. 





Me solivianta profundamente el fariseismo monstruoso de esta gentuza que ahora se rasga las vestiduras y, bajo el manto del trevinismo atroz que machacó Llanes durante décadas, consintieron multitud de tropelías urbanísticas en nuestra tierra sin decir esta boca es mía. ¿O es que la construcción de seis chalets y un edificio en la finca del palacio de la marquesa de Argüelles no rompe el entorno y no pervierte lo que planeó el arquitecto cuando ideó su proyecto? Anden, vayan a otro perro con ese hueso, que aquí no cuela.      

Y leyendo leyendo, vieja costumbre perniciosa que uno mantiene, encuentro la noticia sobre un proyecto de aparcamiento en Ribadesella que, según entiendo, prevé dos plantas en altura capaces para 270 vehículos. Bien. Para los que no lo sepan, cuando un puñado de iluminados descerebrados y malos malísimos fundamos Foro en Llanes, incorporamos a nuestro programa político, frente a los sueños megalómanos de la por entonces infumable alcaldesa, el proyecto de un parking en el Sablón pero, valiéndonos de la importante diferencia de rasante entre la avenida de las Gaviotas y la que da acceso a la playa, pretendíamos aprovechar la planta existente y levantar otra, consiguiendo, con un gasto mucho menor que si hubiera que excavar, una capacidad aproximada para 350 coches duplicando la actual. Evidentemente, al no ganar las elecciones nada se hizo, pero la idea ahí está. No viene mal recordarla por aquello de los advenedizos oportunistas. No sé si me entienden.   

martes, 26 de enero de 2016

No escarmientan

Estos chicos del PP son de lo que no hay. Más tercos que un ejército de mulas, son de los de sostenella y no enmendalla, de esos que tropiezan con la misma piedra no una vez sino ciento y, si hace falta, se van ellos solos contra ella, dispuestos a descalabrarse con tal de permanecer. Y el primero, Rajoy. Siempre inmóvil, siempre hiératico, tanto que parece que está pasmado, sigue sin darse cuenta del principal motivo por el que millones de españoles le han retirado su confianza.

Don erre que erre y sus acólitos tenían ahora, con el escándalo -uno más- de corrupción desatado en Valencia, donde está implicado hasta el apuntador, una oportunidad de oro para mostrar al pueblo cómo el partido se desmarca de esa panda de gañanes, ladrones y golfos, saliendo en incendiaria rueda de prensa a ponerlos a parir, a bajar de un burro, al pie de los caballos, a mandarlos al foso de los leones si hace falta, a convertirlos en perfectos chivos expiatorios de todo lo que el personal ha tenido que soportar durante la anterior legislatura. Pues nasti de plasti. Como siempre, los "presuntos" golfantes quedan "suspendidos de militancia hasta que sean encontrados culpables". Y asunto resuelto.


Pero vamos a ver, Mariano. Si desde la época de Camps en la Comunidad Valenciana se han llevado hasta los retretes, si se han comido hasta los platos, si se han bebido hasta el agua de los floreros, si han robado más que los Dalton y los James juntos, si cada vez que se trataba de adjudicar un contrato público allí todo el mundo se frotaba las manos y no de frío precisamente, si cada vez que se hacía una obra trincaba hasta el primo segundo del ayudante del secretario, si cada vez que se negociaba algo en cualquier organismo público la gente se ponía más nerviosa que Benzema en un semáforo, ante la apetitosa perspectiva de trincar pasta gansa. Pero qué me estás contando, Mariano, con la "suspensión de militancia". Y tú sin abrir el pico, alma de cántaro. ¿Para qué quieres tanto asesor? ¿Es que no hay ni uno que se dé cuenta de que ya está bien de hacer como el avestruz? ¿Que ya es hora de agarrar al toro por los cuernos y entonar el mea culpa?

Yo, de verdad, es que me desespero. Qué banda. Ahora que las encuestas les daban diez o doce diputados más en caso de nuevas elecciones, los van a perder de golpe y alguno más por el camino, y aquí no reacciona ni el Tato ni el Teto, uno fato y el otro paleto. Y ya verán como mañana sale algún portavoz, -desde luego que el "líder" no-, y nos dice que "la corrupción es intolerable y el PP será inflexible y bla, bla, bla". Palabras huecas. Y la gente, que no es tan tonta como ellos creen, oídos sordos. Y más votos por el desagüe, más auge del populismo demagógico que estará encantado con todo este embrollo y más descrédito. Es que no escarmientan. Y mientras tanto, ellos "contemplando cómo se pasa la vida, cómo se llega la muerte, tan callando. Cuán presto se va el placer, cómo, después de acordado, da dolor. Cómo, a nuestro parecer, cualquier tiempo pasado fue mejor". Qué razón tenía don Jorge Manrique.     

viernes, 22 de enero de 2016

No sé de qué se sorprenden

Bueno, pues ya está casi hecho. Lo que parecía imposible, esto es, que un partido con la historia que acumula el PSOE sobre sus espaldas y el respeto constitucional que se le supone sucumbiera, ha pasado. En el día de hoy, cautivo y desarmado el partido socialista español, han alcanzado las hordas podemitas sus últimos objetivos populares. La guerra, ha comenzado.

Los socialistas han claudicado. En realidad no ha sido el PSOE, que actualmente no existe, sino ese personaje siniestro, con el rostro picado de viruelas y rictus siempre torvo, como se le pide a cualquier malo de la película que se precie, el iluminado Snchz. Igual que al responsable de todos estos males, el pérfido Zapatero, le redujeron a dos letras, las famosas ZP, éste que nos va a tocar sufrir -al tiempo- decidió prescindir de las vocales en campaña y ahora de todos sus compañeros de partido con cierto peso y prestigio, que se han manifestado horrorizados y humillados por el de la coleta y va de frente como un caballo desbocado hacia el Gobierno que menos conviene a los intereses de lo que antes se llamaba España: a un Gobierno tipo Frente Popular, con comunistas, populistas, antisistema y anarquistas de distintos pelajes. 

Y lo cierto es que no sé de qué se sorprenden. Tanto los periodistas, militantes o no, como los miembros -y miembras- del partido socialista, como el resto de ciudadanos, ya habíamos tenido suficientes pistas acerca de lo que iba a ocurrir tras asistir a los pactos firmados después de las elecciones municipales y autonómicas del pasado mes de mayo. Aquí en Asturias, sin ir más lejos, el Gobierno regional permanece secuestrado por Podemos a pesar de las promesas de éstos de la formación de un Gobierno sólido de izquierdas que dé respuesta clara a la voluntad popular expresada en las urnas y bla, bla, bla...¿Les suena? La realidad es otra muy distinta. Sin presupuestos, sin iniciativas, sin imaginación, el Gobierno títere de Fernández vaga y malvive, sometido y pisoteado por estos chicos tan simpáticos que no están haciendo otra cosa que lo que prometieron: acabar con los partidos de la casta, con los viejos partidos.

En los lugares donde sí llegaron a acuerdos efectivos, como ocurrió en Oviedo, al alcalde socialista no lo conoce nadie -si preguntas por ahí la gente no se sabe ni su nombre-, permanece en la sombra por si molesta y calla pero otorga, con tal de conservar el puesto y, lo que es más importante, el sueldazo opíparo que lo acompaña. Mientras se ampara en las negras sombras del bosque profundo, comparece una señorita siempre muy mal vestida, auténtica alcaldesa in pectore, que dice y hace lo que le viene en gana sin que nadie del PSOE ose corregirla ni enmendarla lo más mínimo. Hasta el acomodaticio y rey de la demagogia más pueril, el esforzado Llamazares, se declaró harto de los molestos palos en las ruedas que continuamente se dedican a poner los santitos chavistas. Fernández, López y compañía, no han dicho esta boca es mía. No se atreven.


Así que era fácil prever lo que iba a suceder en el Estado, lo que Snchz se iba a atrever a tragar con tal de pillar cacho. Lo que haga falta. Hasta admitir que llegue un tipo nuevo en esta plaza y en la casa del Rey y delante de toda España le vaya dictando los siguientes pasos que debe dar. " Te dejo la presidencia porque me das pena y además, te la quitaré cuando a nosotros más nos convenga, dejándote en ridículo ante todo el mundo y amortizado para la política". Esto es, hablando en plata, lo que Iglesias y su poderosa maquinaria propagandística dirigida por el gorila de la Secta han tramado para esta ocasión. Y parece claro que el pez va a picar. A pesar de las advertencias de los pesos pesados de su partido, de gente bregada en mil batallas políticas que han pillado el ardid de los morados, a este sólo le importa ser presidente y no hay nada que hacer. Si pueden, lean o escuchen a Redondo, Rubalcaba, Guerra, Madina, no sé si les sonarán. No es que lo diga un tipo de derechas, no. Es que lo dicen ellos mismos. Hablan de trampa, humillación, treta, insulto...

Visto lo visto y atentos a lo que va a acontecer, sería bueno que suceda cuanto antes, más que nada para que dejen de tomarnos por tontos y los mercados se tranquilicen un poco, que esa es otra. A ver hasta dónde está dispuesto el Breve a ceder, con tal de durar. Pero esa, será otra historia. Y, probablemente, de terror.           


martes, 19 de enero de 2016

Aquí el que no corre, vuela

En este país nuestro, el que no corre vuela y el más tonto hace relojes, que diría el desaparecido y artífice de esa selección de fútbol campeona, don Luis Aragonés. No hay un español que se precie que necesite consejos para elaborar un currículum vitae. Con la picaresca típica de la tierra y un poco de imaginación, somos capaces de convertir a un deshollinador en ingeniero de minas y a un paleta en arquitecto y además en un pispás.

Esta no es una costumbre reciente, aunque la llegada al poder de indocumentados sospechosos de iletrados y alguna que otra bestia parda ha puesto de moda el relleno e inflado de los escasos méritos académicos contraidos por multitud de elementos instalados hoy en día entre las clases dirigentes. Ya en mis lejanos tiempos universitarios, nos sirvió de objeto de mofa y befa lo que un profesor de Teoría del Estado de primero de Económicas escribió en el libro de texto que tuvimos que emplear en aquella asignatura. El tipo, sin cortarse un pelo, decía que había "cursado varios años de ingeniería". Así, sin más. Sin especificar de cuál de ellas, ni si había conseguido siquiera aprobar alguna materia. En bruto, vamos. Por si lucía más la solapa de aquella publicación, llena por otra parte de corta y pega y plagios variados y más peñazo que un discurso de Maduro. 

No hace muchos años, el inefable Pepiño Blanco -¿se acuerdan, de aquellos polvos vienen estos lodos...?- tuvo a bien inventarse una carrera en su haber, no recuerdo si era Derecho, cuando luego se supo que ni siquiera había logrado concluir con éxito el primer curso. En realidad daba lo mismo, con escucharle balbucear lo del "conceto" uno se daba cuenta, pero el hombrecillo quiso hacerse pasar por abogado, darse algo de lustre, conseguir un título sin esfuerzo, dárnosla con queso, reírse de nosotros en definitiva. No se daba cuenta que, con gafas o sin ellas, el motivo de risa siempre era él en sí mismo, simplemente con su presencia la gente se descacharraba, pobre hombre. 

Ahora la cosa ya afecta hasta a los presidents de los paises catalans, fíjense ustedes, con lo importantes que deben ser esos señores. Este de ahora, el Picodemonte de la melena y las gafitas, también ha "novelado" su curriculum, también ha creido conveniente añadirle capítulos, hacerlo un poco más potable. Así, sin sonrojarse lo más mínimo, este émulo de Fofó ha doblado la apuesta. Este prócer de la libertad y emblema del catalanismo moderno, no se inventó una carrera terminada, no, ¡se inventó dos! ¡Toma del frasco, Carrasco! Resulta que en ese pequeño país inmaculado, su presidente les dice a sus súbditos que es filólogo y periodista, cuando el único título que tiene es el de bachiller. Así, sin más. Y después de haber estado cobrando dinero público la intemerata sin sacarles del error.  Y eso que el pollo sí que tiene aptitudes para tener dos másters; de trolero mayor del Principat y de trilero licenciado, nada por aquí, nada por allá, dos carreritas me saco de la manga ya.

Pero no crean que sólo el molt honorable (¿a éste también lo llamarán así?) es un experto en el noble arte del ilusionismo, qué va. La actual alcaldesa de Barcelona, doña Ada Colau, tampoco pudo concluir sus estudios de Filosofía. Como se metió en una ONG subvencionada de la que pudo vivir como un obispo y luego estuvo muy liada "okupando" casas de otros durante años, no tuvo tiempo para estudiar la pobrecilla. Eso sí, por dar lecciones de integración a inmigrantes -qué enorme paradoja- sin titulación conocida, la simpática primera edil ingresó cerca de 4 millones de euros. Otra que no es que corra. Es que vuela.    
             

viernes, 15 de enero de 2016

¿Alguien entiende algo?

Reconozco que los acontecimientos que están sucediendo en los últimos tiempos en España me desconciertan. Vamos, que no entiendo casi nada de lo que ocurre en ninguno de los aspectos de la vida diaria. Supongo que resultaré cansino, pero uno escribe de lo que le llama la atención, y actualmente estoy obnubilado, abducido más bien por los movimientos de esta gente que nos ha tocado sufrir en lo público, seguramente fiel reflejo de lo que hay en la sociedad, que no es mucho, visto lo visto.

Ya lo escribí una vez, pero vuelve la burra al trigo. ¿De dónde ha salido eso de que la generación actual de jóvenes es la más preparada de la historia? No discuto que tecnológicamente nos den mil vueltas a los cincuentones como yo, ni que sepan quién es el último mono que entró en Gran Hermano, desgraciado esperpento que es fiel reflejo de esto que argumento, por cierto. Pero preparados como yo entiendo que una persona debe estarlo, es decir, pertrechados de una sólida escala de valores que comienza con el respeto al prójimo y el esfuerzo diario para conseguir las metas propuestas, de una formación cultural extensa que les permita siquiera saber que existe un país en África que se llama Tanzania y de una moral de hierro que haga de ellos personas incorruptibles ante el dinero fácil y la demagogia barata, de eso nada de nada.

Y ya que hablamos de la demagogia, que no es otra cosa que decirle al personal lo que quiere escuchar aún a sabiendas de que es mentira, constato que hoy es la indiscutible reina de la fiesta. Como nadie sabe argumentar, razonar o ni siquiera expresarse correctamente, se recurre a los gritos, a los tópicos más añejos del comunismo leninista e incluso, a una exaltación consciente del sentimentalismo rayana en el vómito, que es lo que hizo el otro día la diputada podemita Bescansa, que rima con descansa, mira tú por dónde, que aún a sabiendas que en el Congreso dispone de servicio de guardería, se llevó a su bebé al hemiciclo para que todos la vieran, se lo dejó un ratito al líder supremo para que la gente se crea que tiene corazón y luego se sacó una teta y le dio de mamar allí mismo, porque sin duda es el lugar adecuado para hacerlo, el sitio donde el niño disfruta de las mejores condiciones de higiene y tranquilidad para comer a gusto y donde millones de personas iban a presenciarlo, no se les olvide. Es de esperar que el de las rastas no tenga piojos, que ya se sabe lo rápidos que los niños son para adoptarlos.

Todo lo que hacen esos de morado tiene un rancio y sospechoso sabor a demagogia. Todo mirando de reojo al tendido pero sin arrimarse, que ellos de toros no entienden. Fuera de cacho, que se dice. Acatamos la Constitución por imperativo legal, o porque queremos cambiarla de arriba a abajo, o porque no nos queda más remedio. Pero al mismo tiempo queremos no uno, ni dos, ni tres, no, sino ¡cuatro! grupos parlamentarios. ¿Para qué? Para ocupar más tiempo la tribuna y ¿para qué más, niños? Efectivamente, para cobrar más, para recibir más pasta, para qué iba a ser en este país de chorizos. 

En otro artículo escribí sobre las cabalgatas de este año, monumentos a la demagogia más primaria (en vez de reyes, reinas, en vez de hombres, sarasas, en vez de santos, profanos, en vez de seriedad, chabacanería gruesa), así que este punto lo aparcaremos hasta Semana Santa, que habrá que ver por dónde salen. Y hoy, colmo de los despropósitos, he escuchado que en la Plaza de España de Madrid quieren quitar el monumento a Cervantes, al príncipe de la lengua castellana. No doy crédito. No sé si será por eso, por español, por haber combatido en Lepanto, por ser mutilado de guerra o por estar el pobre enterrado en un convento de monjas, máximo sacrilegio para esta tropa. Cualquier cosa es posible.   

La pena es que la exclusiva de los disparates no la tienen en Podemos. El pobre PSOE está hecho unos zorros y bajo la égida de Snchz está alcanzando cotas próximas al sumidero de aguas fecales de un complejo ganadero. El otrora partido nacional, defensor de la unidad de España y garante del orden constitucional, hoy se dedica a prestar senadores a las formaciones separatistas catalanas, de manera que escandaliza al mismísimo presidente de Extremadura, Fernández Vara. Fíjense cómo estará la cosa que uno de los líderes del semiextinto socialismo español está igual que yo: no lo entiende ni aunque se lo expliquen. Y es que en el fondo, no hay tanta diferencia entre personas con dos dedos de frente, aunque profesen ideologías diferentes.      

martes, 12 de enero de 2016

Carnaval en enero

Cuando se celebraron las últimas elecciones catalanas, publiqué en este blog una visión de los resultados y de las asombrosas valoraciones que los separatistas hicieron de ellos, inmersos en una euforia y un fanatismo absolutamente incomprensibles. Atendió al título de "Un viaje a ninguna parte" y con esas palabras intentaba plasmar mi visión sobre lo que por entonces se iniciaba y ahora se confirma tras la renuncia in extremis del mayor arrastrado que servidor ha visto en política en toda su vida, el ínclito Mas: una carrera desenfrenada en pos de una independencia que no desea la mayoría y que tendría unas consecuencias desastrosas para la nueva república catalana, que nacería muerta.

Y nacería muerta por dos razones. La primera, que nadie con un mínimo de seriedad en el tablero político internacional iba a reconocer el nuevo Estado, máxime si España se mantiene gobernada por gente que tenga dos dedos de frente y sigue considerando como algo  irrenunciable su soberanía nacional. Y la segunda, que el presunto Gobierno catalán, una vez resuelto lo único que actualmente les ocupa, que es desligarse de España, se encontraría con que sus socios son anarquistas, antisistema, comunistas y demás especímenes cuya aspiración principal es, precisamente, acabar con la poderosa burguesía catalana que, casualmente, es justo lo que representa lo que antes era Convergencia y ahora ya no se sabe muy bien en qué ha quedado por obra y gracia de los desvaríos de Mas y cía.

Es decir, la nueva nación no formaría parte de la UE, su deuda no valdría un pimiento, sus posibilidades de financiación serían escasas, su moneda no sería el euro, su credibilidad económica para Europa descendería considerablemente, su PIB caería, se las vería crudas para pagar los servicios públicos que tendría que ofertar, no podría asumir el coste de las pensiones y, para finalizar y aunque parezca una frivolidad, el FC Barcelona no jugaría las competiciones españolas y quién sabe si las europeas. 

Así que la cosa está que arde. Los movimientos de piezas en el tablero político catalán serán durante estos próximos meses continuos y demoledores. Y si a todo lo anterior le sumamos el limbo en el que se encuentra hoy en día el Estado por entero, sin Gobierno y, lo que es peor, sin altura de miras en los dirigentes políticos, lo que nos sale es un batiburrillo de siglas, individuos sospechosos e inquinas barriobajeras que pintan de negro el panorama no sólo político, sino también económico y social español en este año 2016, que tiene un aspecto de infausto que asusta casi más que su primo también bisiesto 2004, germen verdadero de los actuales desastres nacionales tras la "elección" del infame y mamarracho de ZP.

Es decir, que el viaje a ninguna parte no sólo continúa sino que ha cogido impulso y será más duradero, más arriesgado y, sobre todo, más difícil para todos, catalanes separatistas y españolistas, españoles catalanistas y segregacionistas y demás posibilidades y combinaciones que se les ocurran. La larga agonía que nos ha ofrecido el cadáver político de Mas y el carnaval que ha sustituido a la Navidad este año no van a traer más que graves problemas y dificultades, pero no a España, sino sobre todo a Cataluña. 

Intentando ponerle humor a la cosa, piensen que la CUP, esa amalgama de gentes de variado pelaje -coletudos y peinados a tazón, mayormente- se está partiendo, y no de risa precisamente. Fuentes cercanas informan del auge de una escisión formada por elementos fuertemente contrarios a la higiene personal basada en la ducha diaria, pues defienden que el agua empleada en el aseo podría perfectamente usarse para sacar lustre a los retratos de Marx, Engels y compañía que esperan pronto luzcan en las paredes de edificios oficiales, escuelas y habitaciones de hospital, si se tercia. Dicha facción atenderá a las siglas NVD (No Volem Ducha) y, por razones evidentes, no han contado con el anterior portavoz, Antonio Baños, que ha sido oligado a dar "un pas al costat". Este señor y otros que se consideran menos radicales a sí mismos (ufff...) meditan seriamente refundarse como Separats pel Sí a Mas (SSM), mostrándose partidarios de la vuelta del caradura. Y se rumorea que lo que antes era el núcleo duro de Convergencia ahora quiere llamarse Junts pel No (Juntos pero no revueltos), hartos ya de andar por ahí acompañados por descorbatados, calvos de lotería con diéresis y antisistema disfrazados de abuelita. Por último, no se descarta que Mas funde un nuevo partido. Como nombre del mismo se baraja Com puta per rostoll (Como puta por rastrojo, para los de aquí).   


En fin, lo dicho, que tenemos el carnaval en enero. Pero no se vayan todavía, no, que aún habrá más (con minúscula y tilde, no vayamos a confundirnos).
    

lunes, 11 de enero de 2016

Ya no hace frío en Navidad

Hace ya varios inviernos que no hace frío en Navidad. No es ya que nieve, que eso por aquí lo tenemos casi imposible, sino que casi no hace falta usar ropa de abrigo, la mayoría de los días las temperaturas son bonancibles e incluso hemos sufrido una pavorosa ola de incendios forestales que no se habían visto ni en los meses más calurosos del estío. Las postales que nos mandamos -no por correo, ya inexistente, sino por email o whatsapp- muestran paisajes nevados y gente abrigada con gorros, guantes y bufandas que no casan con la realidad, por otra parte horrenda y cada vez más pervertida.

Desde que tengo uso de razón esta época ha sido un canto al consumo, a las compras compulsivas y desmesuradas, un empacho de viandas y licores y un sinsentido de exaltación de la amistad y otras pasiones. Pero lo de ahora supera ya toda previsión. Antes, al menos se sabía lo que significaba la fiesta cristiana que se celebraba y lo que se conmemoraba. Unos participaban más, otros menos, pero todos se imbuían un poco del espiritu navideño, intentaban portarse mejor y respetaban las tradiciones seculares que se repetían con naturalidad. Comíamos y bebíamos como ahora, nos llenábamos de regalos inmerecidos, pero no había rictus de amargura porque unos Reyes Magos nos los trajeran, ni porque se conmemorase el nacimiento de Jesús de Nazaret. Se ponían belenes y a nadie ofendían, se escuchaban villancicos y a nadie molestaban, al contrario, le llevaban a uno a desear la paz con todo ser humano y al propósito de ser mejor persona.

Ahora rigen este país una piara de imbéciles acomplejados que tratan de borrar, de ocultar, de pervertir y de prostituir más de dos siglos de historia burlándose de las creencias de muchos compatriotas que no merecen el mínimo respeto, a pesar de que la pobre Constitución lo recoge en sus páginas. Ahora se discrimina al cristiano, se intenta denominar a la Navidad "fiesta del solsticio de invierno" (hay que ser gilipollas), se proscriben las cabalgatas o se viste a los Reyes como maricones y se trata de quitar toda ilusión a los niños. Ahora la libertad se entiende como la manera de evitar que uno muestre sus preferencias, porque alguien se puede sentir ofendido. Yo, ingenuo de mí, pensaba que era justo lo contrario, que la libertad es un bien preciado porque nos permite expresarnos como queramos, independientemente de nuestra raza, religión, creencias políticas o condición sexual. Pues ya no es así. Si uno es cristiano, heterosexual, de derechas o español de nacimiento, les ofende a ellos. Al ejército de vagos que Zapatero soflamó y que ahora son los amos del cotarro. 

No, ya no hace frío en Navidad. Pero en el corazón, algunos nos estamos quedando helados ante tanto despropósito, tanto rencor y tanto odio. Justo lo contrario de lo que predica esa religión que celebra su fiesta más importante en estas fechas y que se basa en el amor, el respeto al prójimo y en el esfuerzo y el trabajo como pilares de una vida llevada con responsabilidad, con dignidad y con naturalidad. Pero claro, estos valores son rancios, casposos, molestos. Mejor ciscarse en ellos y cargarse una forma de vida, una cultura y un país estupendo. En mi época a esta gentuza se la llamaba de una manera muy simple: eran anarquistas, ácratas, gente que negaba la legitimidad de cualquier poder. Adalides de la anarquía, del desorden, del descontrol, del todo vale. No, ya no hace frío en Navidad, pero nosotros nos estamos quedando helados.